jueves, mayo 13, 2010

PROPUESTA AMBIENTAL DE LA CAMPAÑA MOCKUS-FAJARDO


La unión con la naturaleza también hace la fuerza:

Protejamos la naturaleza para que la naturaleza nos proteja

NUESTROS ENFOQUES Y PROPUESTAS AMBIENTALES EN POCAS PALABRAS

La propuesta ambiental del Partido Verde es el sustento de todos nuestros programas y está basada en el reconocimiento de que la vida y los recursos públicos, son sagrados. Estos principios orientarán el quehacer práctico y cotidiano de todas las instituciones y personas que conformamos este país.

ACCESO A LOS DOCUMENTOS QUE CONFORMAN EL PROGRAMA AMBIENTAL DEL PARTIDO VERDE

La vida ‘al derecho’ es una expresión del derecho a la vida. Actuar de manera coherente con el principio de que la vida es sagrada, otorga derechos e impone responsabilidades. Una de ellas es la de no hacernos trampas entre nosotros ni intentar hacerle trampas a la naturaleza, porque en ambos casos la llevamos perdida. Ser “legales” es jugar limpio, respetando las reglas del juego que establece la ley. Cuando algún jugador hace trampa, tanto el árbitro como el público debemos sacarle (y a veces sacarnos) tarjeta amarilla.


Calidad de vida, para toda la vida. La naturaleza a la cual pertenecemos, está conformada por diversas formas vivas e inanimadas. Reconocemos la interdependencia de todos los seres y el valor de las diversas expresiones vida. Esto por supuesto incluye a los seres humanos de todas las condiciones, orígenes y edades. Así entendemos la equidad ambiental.

Ambiente sano, derecho humano. Ambiente y salud van de la mano. Nuestra existencia digna como seres humanos –el ejercicio real del derecho a la vida- depende de que todos los habitantes del país tengamos acceso real al agua con la calidad y en la cantidad necesarias. También necesitamos aire limpio, respetar el silencio (el ruido es una forma grave de contaminación), un paisaje con el que nos identifiquemos y que nos ayude a encontrarle sentido a la vida, y una alimentación adecuada, que se base principalmente en lo que producen nuestros suelos y aguas. Especies alimenticias, industriales y medicinales, paisajes, culturas, etnias, bosques, ríos, lagunas y mares, son expresiones de nuestra biodiversidad.

Una prioridad es que los niños, las niñas y la población adolescente de Colombia, tengan derecho a ambientes propicios para crecer y para creer, en donde puedan ejercer los derechos del presente y el derecho al futuro.

Reforestar sí. Reciclar también. Pero sobre todo Re-capacitar. Convivir con la naturaleza exige un gran cambio cultural. De allí la importancia de la educación, desde la que comienza en el vientre materno hasta ese proceso de aprendizaje permanente que es la vida cotidiana. Pasando claro, por la escuela, en su más amplia acepción. Toda acción humana debe estar precedida por una reflexión responsable sobre el impacto que puede generar. Esto también se aplica para el cambio climático: Frente al cambio climático, cambio cultural en lo personal y en lo institucional.

Ciudades humanas, incluyentes, seguras y sanas. En este momento la mayor parte de la humanidad se concentra en zonas urbanas y Colombia no es la excepción. Por eso una de nuestras prioridades es que las ciudades ofrezcan las condiciones que requerimos los seres humanos para satisfacer nuestras necesidades materiales y espirituales (calidad ambiental, movilidad limpia, oportunidades de trabajo, recreación, espacio público, parques, amor, convivencia, protección, gobernabilidad). Los líderes de esta campaña han demostrado, en la práctica concreta, que ese es un sueño que se puede convertir en realidad.

También sabemos que la existencia de ciudades humanas depende de que sea posible vivir en el campo con dignidad. Los urbano y lo rural constituyen dos realidades inseparables. Ser campesino también debe ser una opción de vida con calidad. Esto es, con acceso a tierras fértiles, incentivos y recursos para la producción, acceso al agua y saneamiento ambiental, vivienda, salud integral, educación adecuada para el campo, conexiones con el resto del mundo.

No podemos seguir de desastre en desastre: Vamos a fortalecer ecológica, institucional y socialmente los distintos territorios urbanos y rurales del país, para que podamos convivir sin traumatismos con las dinámicas de la naturaleza. Y claro, vamos a intervenir sobre aquellas amenazas que son generadas por los seres humanos y sobre las cuales podemos ejercer mayor control. En algunos casos será necesario llegar al recurso extremo de las reubicaciones. Hay que fortalecer la gobernabilidad ambiental y el ordenamiento territorial, no para imponerle a la naturaleza nuestras prioridades, sino para que podamos convivir con sus dinámicas. El agua, que es la gran dadora de vida, no puede seguir siendo una amenaza para muchas comunidades colombianas que cuando no padecen de sequía, padecen de inundación. La lluvia debe ser reconocida y aprovechada como un bien público para el consumo y la producción.

Este tema retoma y expresa plenamente el título de nuestro programa ambiental: La unión con la naturaleza también hace la fuerza: protejamos la naturaleza para que la naturaleza nos proteja.

Además de hacer todo lo posible para evitar que haya desastres, sabemos que es necesario fortalecer la capacidad institucional y social para enfrentar de manera oportuna y adecuada las emergencias y los desastres que se presenten. Vamos a hacer esto desde el nivel nacional hasta el nivel barrial y veredal.

Apoyamos toda actividad productiva que se ponga en sintonía real con el respeto a la vida: a la vida humana y a la vida de los ecosistemas de los cuales somos parte. De allí nuestro lema: Sólo la mina que no contamina, el cual es extensible a todas las demás actividades en que se concreta el desarrollo en el campo y las ciudades.

En alianza con la naturaleza vamos consolidar nuestra posición en el planeta (que ya es privilegiada en lo geográfico y debe serlo en todo lo demás) y a recomponer nuestras relaciones internacionales. El buen ambiente no tiene fronteras y debe servirnos para crear un mejor ambiente en las fronteras.

Recursos públicos, recursos sagrados. Los recursos económicos para el ambiente serán cuidadosamente aplicados y vigilados para lograr un mejor ambiente para la naturaleza y para mejorar la calidad de vida de la gente.

Estamos en un momento único de la historia, a partir del cual es posible poner el presente y el futuro en favor de la vida y no de la destrucción. Hombres y mujeres de todas las edades podemos contribuir a difundir y a fortalecer estas propuestas, para que se conviertan en la manera de ser del país.


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