miércoles, septiembre 08, 2010

jueves, agosto 26, 2010

'SPOTS' SOBRE BOGOTÁ

No es fácil tomar una buena foto al filo de la noche, en una tarde de aguacero, desde un avión con ventanillas opacas. Sin embargo tampoco se puede renunciar, en aras de la nitidez, a fotografiar esa manera extraña como un rayo de sol logra colarse entre las nubes grises, para iluminar una pequeña porción de Bogotá.

miércoles, agosto 25, 2010

NOSTRASLADAMUS

AVISO EN UN TALLER DE REPARACIÓN DE ELECTRODOMÉSTICOS EN EL CENTRO DE BOGOTÁ

sábado, agosto 21, 2010

Cholita acompañada

Cholita en planta

domingo, julio 18, 2010

LA INSEGURIDAD AFECTIVA Y EMOCIONAL


El periódico EL TIEMPO de hoy le otorga -en primera página- la importancia necesaria a uno de los indicadores más dramáticos de la incapacidad del territorio colombiano para ofrecernos SEGURIDAD INTEGRAL a quienes formamos parte de él. Hablamos del suicidio infantil. Dice el periódico que "cada dos días se suicida un menor de edad en Colombia".

De acuerdo con la noticia, desde el año 2005 se han registrado 929 casos de suicidios de niños y adolescentes en Colombia. La cifra puede no parecer muy alarmante en comparación, por ejemplo, con la enorme cantidad de homicidios, secuestros, desapariciones y otros atentados contra la vida que se presentan anualmente en el país (17.717 casos de homicidio en 2009, 14.81% más que el año anterior), pero es grave un indicador de las carencias afectivas que padece toda una generación.

Desde que el Instituto de Medicina Legal publicó su informe FORENSIS 2009, nos llamó la atención la 'curva' de suicidios en el país, y la cantidad de suicidios de niños y adolescentes entre los 5 y los 19 años, y en general los suicidios de gente joven en nuestro país.

El informe FORENSIS 2010, que por alguna razón no se ha publicado en internet (o que yo no he podido encontrar) muestra que, en términos del titular de El Tiempo que lo destacó en su momento, "Casi la mitad de los suicidas del 2009 no había cumplido 30 años".

En desarrollo de un par de consultorías que tuve la oportunidad de realizar en 2009, avanzamos con el Programa Conjunto de Integración de Ecosistemas y Adaptación al Cambio Climático que coordina el PNUD, en el concepto de SEGURIDAD TERRITORIAL y en lo que éste significa para Colombia.

Y en un documento titulado "Corriendo el Cerco - Inclusión de los derechos de la infancia y la juventud en las Políticas Hídrica y de Adaptación al cambio climático y otros temas relacionados" que tuve la oportunidad de elaborar con UNICEF, incluimos de manera expresa la SEGURIDAD AFECTIVA Y EMOCIONAL como un componente de la SEGURIDAD TERRITORIAL que, a su vez, constituye uno de los "clavos" fundamentales, de los cuales depende esa red o telaraña de factores e interacciones que se llama un TERRITORIO SEGURO.

En ese mismo documento resaltamos la importancia de ese 'microterritorio seguro' que debería ser la familia, en el cual cargamos y recargamos las baterías del afecto y de la seguridad emocional y a través de la cual tendemos nuestros primeros acercamientos a la Cultura y a la sociedad.

En la noticia de El Tiempo de hoy, citan al maestro Miguel de Zubiría, presidente de la Liga Colombiana contra el Suicidio Infantil y una de las personas que más aporte está realizando sobre el tema, cuando afirma que "Nuestros niños son muy infelices. Tienen todo lo que no necesitan (lujos, comodidades), pero les falta el amor y la compañía de los papás".

Y claro, el problema de la inseguridad afectiva y emocional no es patrimonio exclusivo de las clases económicamente más pudientes, en donde los niños y adolescentes reciben todo lo material que necesitan, sino que se extiende a las familias más pobres y en particular a aquellas en donde la supervivencia constituye un reto que se debe afrontar de manera cotidiana, en medio de las incertidumbres del desempleo, del desplazamiento actual o potencial y de otras tantas violencias que amenazan la existencia de un número cada vez mayor de comunidades del país.

La destinación de más de 48 millones de hectáreas del territorio nacional a la actividad minera y a la extracción de petroleo, va a enfrentar a miles de familias a condiciones de desplazamiento forzado o "voluntario" y por ende a una muy alta incertidumbre. Ese es uno de los impactos de la minería, invisibles para quienes solamente se preocupan por la "enfermedad holandesa"

En el texto citado (GW-Ch / UNICEF, 2009) anotamos lo siguiente:

"Entre otros posibles indicadores de inadaptación emocional y afectiva de distintos sectores de la sociedad colombiana, nos llaman especialmente la atención las cifras sobre depresión y suicidio. Estas dos patologías individuales y sociales no solamente constituyen indicadores de la INSEGURIDAD o INADAPTACIÓN EMOCIONAL Y AFECTIVA, sino que también muestran la calidad de muchos de los ambientes en que nacen y crecen los niños, las niñas y la población adolescente.

De la seguridad emocional y afectiva que nos ofrezcan, en primer lugar, la familia, y en segundo lugar, la comunidad a la cual pertenecemos, surgen y se nutren muchas de nuestras capacidades, en especial los de ese segmento de la población infantil que nos ocupa en estas páginas (recordemos que Amartya Sen define la pobreza como “carencia de capacidades”). Muchas de esas capacidades tienen que ver con nuestra posibilidad real para adaptarnos al cambio climático. En un reciente congreso de siquiatría llevado a cabo en el país se divulgó el dato de que “cada vez los colombianos se sienten más tristes, solos, desesperanzados, estresados, ansiosos y temerosos. El nerviosismo generado por la crisis económica, los altos índices de desempleo, la violencia y la sensación de inseguridad que se respira en las calles de las grandes y pequeñas ciudades están afectando seriamente la salud mental de la población” y de que “Colombia es el cuarto país con más problemas de salud mental en el mundo”.[1].

Por otra parte, un artículo de un investigador de la Universidad Industrial de Santander informa que “desde el punto de vista clínico y de salud pública el suicidio es una de las principales causas de muerte en el mundo, considerándose como la tercera causa de muerte en adolescentes y la séptima en adultos”[2]

La misma fuente indica que a nivel mundial “se ha descrito que en el año 1950 el 40% de los suicidios correspondía a menores de 45 años, mientras que para el año 2000 dicha proporción aumento al 55%. En la mayoría de los países se describen dos picos de frecuencia de suicidios, el primero en personas entre 15 y 35 años, y el segundo en mayores de 60 años.”

Sobre este último segmento de población, anota FORENSIS 2009:

“Es de destacar el aumento de la tasa de suicidio en mayores de 70, fenómeno que se viene presentan­do desde hace varios años, tanto en la población de hombres como en la de mujeres. En el 2008, no sólo hubo un incremento de la tasa de dicho rango, sino que además superó a la tasa de adolescencia, que generalmente era la más alta.”

“El incremento de la tasa en la vejez (70 años en ade­lante), se puede ver desde dos perspectivas: factores biológicos – genéticos y factores sociales. Con respec­to al primero se encuentra que las personas mayores tienen se una producción dopaminérgica disminuida, la cual se relaciona con la depresión, y en cuanto a los factores sociales, se ha observado que cuando las personas llegan a cierta edad, su familia no les ofrece los mismos lazos, ni la atención que sí recibie­ron en un momento de sus vidas, por consecuencia los sentimientos de soledad y desentendimiento los pueden llevar a dejar de encontrarle sentido a la vida y desear morir.”

En una nota titulada "Pobrezas" que subí a este mismo blog (Mayo 3 de 2010), recordaba que hace algunos años (2003), se demostró que de la escandalosa cantidad de muertes (¡¡más de 52.000!!) ocurridas durante una fuerte ola de calor que afectó a Europa, una gran parte correspondieron a personas ancianas que se habían quedado solas en sus casas, mientras el resto de la familia pasaba vacaciones fuera de la ciudad. Resultó evidente que lo que se le atribuía al incremento de la temperatura ambiental, era realmente falta de calor humano.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el cambio climático?

La humanidad actual está enfrentada a un reto que ya había tenido que afrontar la Vida en oportunidades anteriores, y del cual ha salido triunfante (la prueba somos nosotros). Es el reto de 'adaptarse' a las nuevas exigencias de un planeta cambiante. En este caso, el reto de aprender a vivir en ese nuevo planeta en que se está convirtiendo la Tierra como consecuencia del cambio climático. Sin embargo, si bien en el pasado la Vida como conjunto resultó triunfante (porque supo 'coevolucionar' con las dinámicas de la naturaleza), muchas especies que no pudieron transformarse, simplemente desaparecieron. El reto de la especie humana es no pasar a engrosar la lista de especies que desaparecen por no ser capaces de 'coevolucionar'.

Los cambios profundos que requiere nuestra concepción del desarrollo, las múltiples 'renuncias' que tendremos que hacer los seres humanos si queremos dejar de lado esa condición de 'plaga' contra la cual se está rebelando la Tierra, exigen profundos cambios culturales, que solamente vamos a ser capaces de asumir en la medida en que tengamos a carga plena las baterías emocionales, el amor y la afectividad. Ver: "La necesidad inevitable de una recesión planificada".

Las llamadas 'nuevas generaciones' tendrán que hacerse cargo de las facturas ambientales y sociales más costosas, que las generaciones que las han antecedido les estamos dejando sin pagar. Pero a juzgar por los indicadores, como vamos, vamos mal.

viernes, junio 18, 2010

"LA RAZÓN DE LA DEMENCIA"

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Si verdaderamente estuviéramos en nuestro juicio (definición de "cuerdo" que aporta el diccionario) y si verdaderamente "hiciéramos reflexión" (según la definición de "cordura"), la lectura "cuerda" de las noticias de Colombia que de manera permanente aparecen en los diarios, nos sumiría en la depresión o en la locura. Si fuéramos plenamente conscientes del horror y del dolor que subyace detrás de cada una de esas noticias macabras y reales que describen la realidad colombiana, andaríamos locos. La locura sería una muestra irrefutable de cordura. Pero no: hemos descubierto la manera de 'hacernos los locos' ante la barbarie, inclusive -muchos millones de colombianos y colombianas- a la hora de elegir a los gobernantes en cuyas manos vamos a colocar nuestros destinos.

Me sorprende, en consecuencia, la noticia que aparece en primera página de El Espectador de ayer jueves 17 de Junio, titulada "Diario de una Locura", de acuerdo con la cual un cuaderno de notas escritas por el subintendente Luis Hernando Peña, muy posiblemente asesinado por la guerrilla durante su secuestro, "daría razón de la demencia que lo invadió en cautiverio".

La periodista que escribe la noticia, presenta la siguiente como "apenas una de las tantas frases sin sentido que consignó el intendente en un cuaderno malgastado, en el que no dedicó ni una sola palabra a los suyos, y que ofició como una especie de diario de cautiverio":

"Cualquier cosa en el universo puede contar la historia de todas las cosas"

Esa es una de las frases más bellas -e incluso más acertadas desde el punto de vista filosófico y científico- que he leído recientemente, equivalente a aquella del pensador francés Gastón Bachelard, según la cual "El cielo entero cabe en el espacio de una rosa. El mundo viene a vivir en un perfume. La intensidad de una hermosura íntima condensa las hermosuras de todo el universo."

"El Grito" de Edward Munch, en versión del río Magdalena

Seguramente sí es una locura que tras más de 11 años de estar sometido a la infame tortura del secuestro, el subintendente Peña Bonilla haya logrado mantener la lucidez y la cordura necesarias para escribir esa y otras frases iluminadas, con base en las cuales la periodista de marras diagnostica su locura.

jueves, mayo 27, 2010

EL DERECHO DE LOS NIÑOS A SER DESEADOS

El artículo 44 de la Constitución Nacional establece que los niños y niñas tienen derecho al AMOR, lo cual también está consagrado en el Preámbulo de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (1989) cuando afirma que “El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de una familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión.

Los derechos consagrados a favor de los niños, niñas y adolescentes, comprenden cuatro aspectos: Existencia, Desarrollo, Ciudadanía y Protección.

Entre los factores que configuran la Existencia (“condiciones esenciales para preservar la vida”), se destacan “Ser deseado” y “Ser querido y respetado”.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española DRAE define “desear”, en su segunda acepción, como “Anhelar que acontezca o deje de acontecer algún suceso.

El DRAE también define esa palabra como “sentir apetencia sexual hacia alguien”, pero no es con base en esa acepción, sino en la otra, que la Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDS de 2005, elaborada por PROFAMILIA, afirma que en Colombia “menos de la mitad de los nacimientos (46 por ciento) ocurridos en los últimos cinco años fueron deseados en ese momento. El 27 por ciento de ellos, fueron deseados, pero para más tarde. Es decir, que se pueden clasificar como inoportunos. El 27 por ciento fueron reportados abiertamente como no deseados. Esta cifra se incrementó en cuatro puntos porcentuales con relación a la ENDS 2000.”

Esto quiere decir que el 54% de los seres que nacieron en el país entre 2000 y 2005 definitivamente no fueron deseados o por lo menos no lo fueron para ese momento.

Por supuesto no se puede afirmar que todos los niños y niñas que pertenecen a ese 54% hayan sido privados del Derecho al Amor, pero sí es válido suponer que tienen más garantizadas las condiciones para ser sujetos de ese derecho (y de todo lo que ello implica) aquellos infantes y adolescentes cuyo nacimiento haya sido anhelado y no accidental o abiertamente indeseado.

Seguramente con base en consideraciones como estas, el capítulo “Niñas y Niños nuestra prioridad”, de la Propuesta de Gobierno Mockus-Fajardo, dice que “Los niños y niñas tienen derecho a ser deseados o deseadas, por lo que es impostergable una política pública en materia de salud sexual y reproductiva."

En claro despliegue de aberración, el señor José Obdulio Gaviria, en columna titulada “Balada Imprecatoria contra los listos” (El Tiempo, Mayo 25 de 2010), se pregunta lo siguiente refiriéndose a Mockus: “¿Con qué nos saldrá ahora para explicar ese Manifiesto Pederasta?”

¿Aberración del señor Gaviria?

Sí. El mismo Diccionario de la Academia de la Lengua define la palabra como:

1. Grave error del entendimiento.

2. Acto o conducta depravados, perversos, o que se apartan de lo aceptado como lícito.

En este caso, resultan plenamente válidas ambas acepciones.

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Fuentes:

Propuesta de Gobierno Mockus-Fajardo – “Niñas y Niños Nuestra Prioridad”

Columna del señor J. Obdulio Gaviria

Encuesta ENDS 2005 – Ver: Planificación de la Fecundidad

Convención Internacional sobre los Derechos del Niño

Marco para las Políticas Públicas y Lineamientos para la Planeación del Desarrollo de la Infancia y la Adolescencia en el Municipio – Guía para los Alcaldes. DNP – Ministerio de Educación – Ministerio de Protección Social - ICBF (PÁGINA 20)

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española – Vigésima segunda edición

domingo, mayo 16, 2010

SEÑAL DE CLOROFILA DESDE LA BASE DEL VERDE...

Desafortunadas las declaraciones de Mockus frente al Polo. Sobre todo, porque se pueden interpretar (hay muchos interesados en que así se interpreten) como un mensaje a la gente que milita en el Polo o que simpatiza con ese partido, en el sentido de que en el proyecto de país que Mockus lidera y encarna, no hay cabida para sus sueños y aportes. Aportes que, en este caso particular y casi único en la política colombiana, son de energía y de capacidad humana, de convicción eficaz, de esperanza activa, de propuestas entusiastas.

Desde la base del Partido Verde, al cual me he acercado al igual que muchos colombianos y colombianas, sin más rango ni interés que el de contribuir a conjurar ese sino trágico a que parece condenada Colombia, me atrevo a confiar en que esa no ha sido la intención de nuestro candidato.

Como -y de eso estoy seguro- la intención de Mockus tampoco era la de acusar a todo un partido político, de simpatizar con la barbarie de las FARC, o de legitimarla. (¡Cómo será esa barbarie, que por cuenta de ella la mayor fortaleza electoral de Santos se encuentra en las comunidades más pobres de las zonas urbanas y rurales!) Si alguien ha condenado de manera expresa y contundente a las FARC, ha sido Petro, conjuntamente con otras muchas personalidades visibles y menos visibles del Polo.

Con todo derecho Mockus y las directivas del Partido Verde pueden decidir si hacen o no acuerdos programáticos y electorales con otros partidos. Pero me quedaría dificilísimo entender que las puertas, no del Partido Verde, sino las de esa nueva Colombia que esperamos que se comience a construir a partir del próximo 7 de Agosto (o desde que queden elegidos Mockus y Fajardo) vayan a quedarles cerradas a quienes se acerquen a ellas sin cumplir el requisito previo de la apostasía.

Y como por primera vez en mucho tiempo, se les está abriendo un espacio político real a los sueños, me atrevo a soñar incluso con que al gabinete del Presidente Verde, se integren algunos de los líderes del Amarillo y del Rojo, a quienes también les hemos oído excelentes posiciones y propuestas, totalmente compatibles no solamente con el discurso político, sino con esa concepción de la vida que Mockus está a punto de convertir en Gobierno.

Yo, por mi parte, sigo y seguiré firme con la candidatura de Mockus, a la cual no solamente espero contribuirle con mi voto, sino convenciendo a mucha gente de la importancia de votar en las próximas elecciones por el Verde. Y lo hago con argumentos basados en mi propia convicción sobre las propuestas de Antanas y con la seguridad de que él posee la limpieza vital, las capacidades y la trayectoria necesarias para llevarlas adelante.

Lo que ni siquiera les insinúo a mis interlocutores, es que renuncien a sus camisetas, porque eso sería incompatible con la valoración y el respeto a la BIODIVERSIDAD, que también debe tener su expresión en la política.

Si más allá de las diferencias existentes, toda esa biodiversidad confluye en el reconocimiento de que la vida es sagrada y en la convicción de que el respeto a lo público es la base de la gobernabilidad y de la convivencia ¿por qué no soñar con que se puedan completar los colores del semáforo, e incluso aumentarlos con algunos tonos límpidos de azul y de naranja?

Desde estas bases donde el pasto es Verde, y como vocero única y exclusivamente de mis propios sueños, envío al ciberespacio esta convencida señal de clorofila.

jueves, mayo 13, 2010

PROPUESTA AMBIENTAL DE LA CAMPAÑA MOCKUS-FAJARDO


La unión con la naturaleza también hace la fuerza:

Protejamos la naturaleza para que la naturaleza nos proteja

NUESTROS ENFOQUES Y PROPUESTAS AMBIENTALES EN POCAS PALABRAS

La propuesta ambiental del Partido Verde es el sustento de todos nuestros programas y está basada en el reconocimiento de que la vida y los recursos públicos, son sagrados. Estos principios orientarán el quehacer práctico y cotidiano de todas las instituciones y personas que conformamos este país.

ACCESO A LOS DOCUMENTOS QUE CONFORMAN EL PROGRAMA AMBIENTAL DEL PARTIDO VERDE

La vida ‘al derecho’ es una expresión del derecho a la vida. Actuar de manera coherente con el principio de que la vida es sagrada, otorga derechos e impone responsabilidades. Una de ellas es la de no hacernos trampas entre nosotros ni intentar hacerle trampas a la naturaleza, porque en ambos casos la llevamos perdida. Ser “legales” es jugar limpio, respetando las reglas del juego que establece la ley. Cuando algún jugador hace trampa, tanto el árbitro como el público debemos sacarle (y a veces sacarnos) tarjeta amarilla.


Calidad de vida, para toda la vida. La naturaleza a la cual pertenecemos, está conformada por diversas formas vivas e inanimadas. Reconocemos la interdependencia de todos los seres y el valor de las diversas expresiones vida. Esto por supuesto incluye a los seres humanos de todas las condiciones, orígenes y edades. Así entendemos la equidad ambiental.

Ambiente sano, derecho humano. Ambiente y salud van de la mano. Nuestra existencia digna como seres humanos –el ejercicio real del derecho a la vida- depende de que todos los habitantes del país tengamos acceso real al agua con la calidad y en la cantidad necesarias. También necesitamos aire limpio, respetar el silencio (el ruido es una forma grave de contaminación), un paisaje con el que nos identifiquemos y que nos ayude a encontrarle sentido a la vida, y una alimentación adecuada, que se base principalmente en lo que producen nuestros suelos y aguas. Especies alimenticias, industriales y medicinales, paisajes, culturas, etnias, bosques, ríos, lagunas y mares, son expresiones de nuestra biodiversidad.

Una prioridad es que los niños, las niñas y la población adolescente de Colombia, tengan derecho a ambientes propicios para crecer y para creer, en donde puedan ejercer los derechos del presente y el derecho al futuro.

Reforestar sí. Reciclar también. Pero sobre todo Re-capacitar. Convivir con la naturaleza exige un gran cambio cultural. De allí la importancia de la educación, desde la que comienza en el vientre materno hasta ese proceso de aprendizaje permanente que es la vida cotidiana. Pasando claro, por la escuela, en su más amplia acepción. Toda acción humana debe estar precedida por una reflexión responsable sobre el impacto que puede generar. Esto también se aplica para el cambio climático: Frente al cambio climático, cambio cultural en lo personal y en lo institucional.

Ciudades humanas, incluyentes, seguras y sanas. En este momento la mayor parte de la humanidad se concentra en zonas urbanas y Colombia no es la excepción. Por eso una de nuestras prioridades es que las ciudades ofrezcan las condiciones que requerimos los seres humanos para satisfacer nuestras necesidades materiales y espirituales (calidad ambiental, movilidad limpia, oportunidades de trabajo, recreación, espacio público, parques, amor, convivencia, protección, gobernabilidad). Los líderes de esta campaña han demostrado, en la práctica concreta, que ese es un sueño que se puede convertir en realidad.

También sabemos que la existencia de ciudades humanas depende de que sea posible vivir en el campo con dignidad. Los urbano y lo rural constituyen dos realidades inseparables. Ser campesino también debe ser una opción de vida con calidad. Esto es, con acceso a tierras fértiles, incentivos y recursos para la producción, acceso al agua y saneamiento ambiental, vivienda, salud integral, educación adecuada para el campo, conexiones con el resto del mundo.

No podemos seguir de desastre en desastre: Vamos a fortalecer ecológica, institucional y socialmente los distintos territorios urbanos y rurales del país, para que podamos convivir sin traumatismos con las dinámicas de la naturaleza. Y claro, vamos a intervenir sobre aquellas amenazas que son generadas por los seres humanos y sobre las cuales podemos ejercer mayor control. En algunos casos será necesario llegar al recurso extremo de las reubicaciones. Hay que fortalecer la gobernabilidad ambiental y el ordenamiento territorial, no para imponerle a la naturaleza nuestras prioridades, sino para que podamos convivir con sus dinámicas. El agua, que es la gran dadora de vida, no puede seguir siendo una amenaza para muchas comunidades colombianas que cuando no padecen de sequía, padecen de inundación. La lluvia debe ser reconocida y aprovechada como un bien público para el consumo y la producción.

Este tema retoma y expresa plenamente el título de nuestro programa ambiental: La unión con la naturaleza también hace la fuerza: protejamos la naturaleza para que la naturaleza nos proteja.

Además de hacer todo lo posible para evitar que haya desastres, sabemos que es necesario fortalecer la capacidad institucional y social para enfrentar de manera oportuna y adecuada las emergencias y los desastres que se presenten. Vamos a hacer esto desde el nivel nacional hasta el nivel barrial y veredal.

Apoyamos toda actividad productiva que se ponga en sintonía real con el respeto a la vida: a la vida humana y a la vida de los ecosistemas de los cuales somos parte. De allí nuestro lema: Sólo la mina que no contamina, el cual es extensible a todas las demás actividades en que se concreta el desarrollo en el campo y las ciudades.

En alianza con la naturaleza vamos consolidar nuestra posición en el planeta (que ya es privilegiada en lo geográfico y debe serlo en todo lo demás) y a recomponer nuestras relaciones internacionales. El buen ambiente no tiene fronteras y debe servirnos para crear un mejor ambiente en las fronteras.

Recursos públicos, recursos sagrados. Los recursos económicos para el ambiente serán cuidadosamente aplicados y vigilados para lograr un mejor ambiente para la naturaleza y para mejorar la calidad de vida de la gente.

Estamos en un momento único de la historia, a partir del cual es posible poner el presente y el futuro en favor de la vida y no de la destrucción. Hombres y mujeres de todas las edades podemos contribuir a difundir y a fortalecer estas propuestas, para que se conviertan en la manera de ser del país.