A todo lo largo del calendario anual encontramos fechas dedicadas a resaltar la importancia de algún tema esencial para la humanidad y de paso a conmemorar algún suceso que amerita recordación.
Para citar solamente tres
ejemplos, el Día del Trabajo se celebra cada Primero de Mayo porque en
esa fecha, en 1886, se iniciaron las movilizaciones masivas de trabajadores de
Chicago para reclamar -entre otros Derechos- el de la jornada laboral de ocho
horas. Esa gesta obrera, como bien se sabe, estuvo marcada por una sangrienta represión.
Sobre el origen de la
celebración el 8 de Marzo del Día Internacional de la Mujer, dice
la historia que
En 1910, tuvo lugar el segundo encuentro
Internacional Socialista de Mujeres, en Copenhague, Dinamarca. En
esta ocasión, se propuso fijar un día simbólico –en torno al 8 de marzo– que
sirviera para reivindicar los derechos de todas las mujeres, principalmente
el derecho al voto. […]
Los grandes conflictos de una centena de
años tan convulsa como el siglo XX ayudaron a afianzar el papel de la mujer, y
a lo largo de las siguientes décadas muchas organizaciones de mujeres de otros
países se fueron uniendo a las reivindicaciones que se llevaban a cabo durante
el mes de marzo. Hasta que en 1975 la ONU reconoció el día
de manera oficial.
Y el Día Mundial del Medio
Ambiente se celebra el 5 de Junio de cada año, fecha en la cual en 1972 se
dio inicio a la Primera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano o
“Cumbre de la Tierra de Estocolmo”.
El hecho de que todas estas
fechas del año dedicadas -como ya se dijo- a resaltar la importancia de algún
tema esencial para la humanidad, hayan sido fijadas en función, valga la
redundancia, de sucesos humanos, no les merma, ni mucho menos, su valor.
Fiestas cósmicas
Pero cada año existen fechas
que hoy en día no convocan de igual manera a los pueblos del mundo ni a la
llamada Comunidad Internacional, pero que sí congregaban y siguen congregando hoy
a los pueblos de las llamadas en nuestra América culturas ancestrales o culturas
precolombinas, y a los descendientes en otras latitudes del mundo de, por
ejemplo, la cultura Celta, que anualmente se reúnen en los Equinoccios y en los
Solsticios en lugares de observación astronómica y de culto como Stonehenge.
Así para los Mayas
Solsticios y equinoccios eran fechas especiales, como lo han sido en tantas culturas con unos u otros referentes. En las ciudades mayas se realizaban celebraciones de agradecimiento a los astros-dioses, por el buen inicio de siembra y la recogida de cosecha y se conmemoraban victorias y coronaciones.
[En el texto citado me atreví a cambiar el “eran” por “son” y el “se realizaban” por “se realizan”, pues los integrantes de esos pueblos que todavía existen continúan practicando esas celebraciones cósmicas, que hoy, sin perder su esencia convocan a miles de visitantes de otros lugares del mundo.]
En este artículo escrito con motivo del Equinoccio de Septiembre de 2024 (justamente un año antes de este fiesta cósmica que hoy estamos invitando a celebrar), lo expliqué de la siguiente manera:
Dos
veces en el año (entre el 21 y el 25 e Marzo y el 21 y el 25 de Septiembre) la
Tierra y el Sol se alinean de manera tal que la posición del Sol coincide don
la plano ecuatorial de la Tierra, lo cual hace que en todas partes del mundo el
Sol salga exactamente por el Oriente y se oculte exactamente por el Occidente y
que la duración de las horas diurnas sea igual a la de las horas nocturnas. De
allí la etimología de la palabra latina aequinoctum.
La
hora precisa en que eso ocurre depende del huso horario en que se
encuentra cada punto de la Tierra. Aunque la hora precisa en que la Tierra
llega al Equinoccio varía según el año, las características propias de ese hito
planetario permanecen durante unos cuantos días: por eso me permito hablar de
Días Equinocciales.
(Para mayor ilustración sobre el tema invito a pasar por los links activos que encuentran a lo largo del texto citado, particularmente este de 2016 titulado “Siguiéndole los pasos al Sol desde Bogotá”)
Los pueblos Incas del Perú actual, por su parte, continúan celebrando anualmente en el Solsticio de Invierno en el hemisferio Sur, el Inti Raymi o Fiesta del Dios Sol.
Las
palabra Solsticio proviene del latín y quiere decir sol quieto. Estos
momentos de cada año se denominan así porque en su movimiento aparente sobre
los horizontes oriental y occidental de los diferentes lugares de la Tierra, el
Sol sale y se oculta por puntos extremos de su movimiento pendular, lo
cual sucede, como lo indica la cita de arriba, alrededor de 21 de Diciembre y
del 21 de Junio de cada año.
En
Machu Picchu existe una piedra denominada Intihuatana o “lugar para amarrar al Sol”, pues
de acuerdo con la mitología Inca, amarrándolo se obligaba a Inti, el
Dios Sol, a frenar su avance en dirección al norte y a regresar hacia los
puntos del oriente y del occidente por donde sale y se oculta en los
equinoccios.
En
dos momentos del año – en el Equinoccio de Marzo y en el Equinoccio de
Septiembre- la duración de las horas diurnas y de las horas nocturnas es la
misma.
De
allí su etimología, del latín aequinoctium (aequus: igual y nox: noche).
Pero
esa no es la única razón por la cual desde la Universidad Externado de Colombia
estamos invitando a que los días equinocciales, o sea: los que están
alrededor de las fechas en las cuales cada año ocurren los equinoccios (21 de
Marzo y 21 de Septiembre y días aledaños) se consagren como Días Mundiales de
la Equidad.
También porque ese fenómeno determinado por los movimientos relativos de la Tierra y del Sol, ocurre en los mismos días y con esas mismas características en todos los territorios del mundo. Al contrario de los Solsticios, que si bien tienen lugar en las mismas fechas en todo el planeta, los fenómenos que estos generan son totalmente opuestos en el hemisferio norte y en el hemisferio sur.
Esta es una celebración a la cual nos
convocan la Tierra y el Sol.
Paradójicamente mientras las sondas y los
telescopios espaciales nos envían fotos de las galaxias más lejanas, en nuestra
vida cotidiana parece que cada vez estamos más lejos del Cosmos.
Esa es una falla que queremos ayudar a revertir
A las 12 m en los día equinocciales uno está parado exactamente encima de su sombra
Fotos del 21 de Septiembre de 2023
Miren la sombra que proyectan la paloma y el perro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario