Subo estas fotos a mi blog "La Especie Urbana", precisamente para resaltar que de ecosistemas como este, depende la sostenibilidad de Bogotá. Las ciudades son esencialmente insostenibles si se miran de manera aislada, pero su viabilidad presente y futura, su competitividad nacional e internacional y la calidad de vida de sus habitantes, depende de que las relaciones entre la ciudad y su región circundante no sean de parasitismo (como sucede actualmente) sino de simbiosis (es decir: de beneficio mutuo).
Las fotos que siguen son tomadas en o desde el cerro El Verjón, el más alto que se ve hacia la mitad de esta foto, tomada desde la calle 26 con carrera 50.
La primera foto es tomada de occidente a oriente. Esta es tomada mirando hacia el occidente, desde el páramo de El Verjón. A la izquierda, el cerro de Guadalupe. A la derecha, Monserrate. Por la "V" del medio desciende el río San Francisco, que luego se sumerge bajo el pavimento de la ciudad (El "Eje Ambiental" de la avenida Jiménez tiene por afortunado objetivo recordar que ese río corre justamente por debajo).
Ken Tui
"Arriba la Montaña, abajo el Lago"
Nuggets de roca
El dirigible de piedra
"Cada cierto tiempo me siento materializado en el paisaje y en las cosas, y vivo en cada árbol, en el murmullo de las olas, en las nubes, en los animales que van y vienen, y en las cosas."
Carl Gustav Jung
Una cordillera en pleno proceso de formación. Casi que podemos ver al escudo Guyanés empujando, plegando y levantando la Cordillera Oriental.
La planicie inclinada de arriba es "la tapa" de esta formación monumental de abajo. A la derecha se avanza hacia Choachí.
Moscardón (¿o abejorro?) con abrigo de piel
Sphagnum, el corazón del páramo
Cardo liso (Paepalanthus columbiensis). Cada pequeña planta es un resumen del páramo. El sacramento de la fractalidad...
Cardo liso (Paepalanthus columbiensis). Cada pequeña planta es un resumen del páramo. El sacramento de la fractalidad...
Pegamosco (Bejaria resinosa Mutis ex L.f.)
Que hermosos trabajo, felicitaciones. Dan muchas ganas de recorrer esos parajes, tan cercanos, pero a la ves tan distantes.
ResponderBorrarEntiendo por qué te gusta Jung!
ResponderBorrarMe encanta lo de la fractalidad!
Gracias por esta entrada ..
Gracias por enseñarnos a leer lo que no tiene letras.
QUERIDO GUSTAVO
ResponderBorrarMuchas gracias por seguir desarrolando de forma tan maravillosa tu vocación de maestro y mostrarnos de manera tan sencilla la profundidad del pensamiento ecológico; me llevas a comprender mejor lo que dice Jung y también a ese profeta jesuita incomprendido Teilhard de Chardin, cuando escribió la Misa sobre el mundo, para mostrar el carácter sagrado de la materia viva...Tu lente logró fotos que hablan solitas! AnaLucía
una preguntica... a ese cerro se puede subir sin permiso alguno??? es solo llegar y subirlo... que pena disculpe la ignorancia... gracias por la informacion
ResponderBorrarYo pienso que sí: por la carretera rumbo a Chocachí se cruza hacia el oriente, antes de llegar al parque Matarredonda, y se sube nomás.
ResponderBorrarYo conosco aquel honorable del -sombrero- si, ese sombrero lo hizo Victorino Piñacué, caminando por los caminos de tierradentro cauca!. Cómo olvidar al amigo Misael!.
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